En verdad, no. Algunos de los síntomas más comunes de los adultos son fiebre y tos seca. En casos más graves puede desarrollarse neumonía y dificultad para respirar. Los niños que tienen COVID-19 también pueden presentar esos síntomas, pero es menos probable que se enfermen gravemente.
Otros síntomas que pueden tener tanto niños como adultos son mucho cansancio, congestión nasal, diarrea y vómitos. Algunos niños no tienen ningún síntoma.
Entre los niños que se enferman de COVID-19, aparentemente los bebés corren un riesgo mayor de presentar síntomas más graves. Por otra parte, los síntomas graves son más frecuentes en personas (incluidos los niños) que tienen problemas de salud como enfermedad coronaria, diabetes, enfermedad pulmonar o cáncer.