No se conoce ningún tratamiento específico para el COVID-19. La mayoría de los niños saludables que se infectan pueden recuperarse en casa, y por lo general mejoran en el transcurso de una o dos semanas.
Es importante que su hijo se quede en casa y que se aparte de otras personas hasta que su médico o enfermero le diga que es seguro que retome sus actividades normales. La decisión dependerá de cuándo hayan comenzado los síntomas del niño y, en algunos casos, de si se hizo la prueba y el resultado fue negativo (lo que indica que ya no tiene el virus en el cuerpo).
Los médicos están estudiando varios tratamientos para determinar si podrían servir para tratar el COVID-19.