Todavía no existe ninguna vacuna para prevenir el COVID-19. Sin embargo, hay cosas que se pueden hacer para disminuir las posibilidades de contagiarse y desacelerar la propagación de la infección.
Si su hijo tiene edad suficiente, puede enseñarle a hacer lo siguiente:
●Practicar el «distanciamiento social», que consiste en mantener a las personas alejadas entre sí, incluso si están sanas. También se lo llama «distanciamiento físico». El objetivo es desacelerar la propagación del virus que causa COVID-19. Impedir que su hijo salga de la casa es la mejor manera de protegerlos a él y a los demás.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) también recomiendan que las personas, incluidos los niños mayores de 2 años, se cubran la cara cuando tengan que salir de la casa. De ese modo es menos probable que su hijo les transmita la infección a otras personas si está enfermo, incluso si no tiene síntomas. Puede cubrir la boca y la nariz de su hijo con un pedazo de tela o un pañuelo para la cabeza.
●Lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente. Esto es particularmente importante después de estar en público. Asegúrese de que se refriegue las manos con jabón durante un mínimo de 20 segundos, y que se limpie las muñecas, las uñas y la piel entre los dedos. Luego, debe enjuagarse las manos y secarlas con una toalla de papel que se pueda tirar a la basura.
Si no tiene un lavabo cerca, su hijo puede limpiarse con un gel higienizante para manos. Los más efectivos son aquellos que contienen un mínimo de 60 % de alcohol, pero lo mejor es lavarse las manos con jabón y agua, si es posible.
●Evitar tocarse la cara con las manos, especialmente la boca, la nariz o los ojos.
Los niños más pequeños posiblemente necesiten ayuda o recordatorios para esto.